Recuerdo que mis padres… cuando era
yo un Cunumi
Varias veces me llevaron al zoológico de
buenos aires
Y una vez cuando estaba en cuarto grado
Mis queridos maestros de aquella
escuelita de Villa Ballester
Me llevaron al zoológico de la plata
Pero aquello quedo en mi niñez
Ya de grande… nunca más me llegue a ver a
los animales
Ni siquiera he llevado a mis cunumies al zoológico
de Córdoba Capital
Y la razón es sencilla… y les explicare
por que.
A mi me entristece ver a los animales
enjaulados
No se si fueron los consejos de mis padre
O vaya a saber Ñande Yara porque,
Pero mi alma se quiebra cuando veo sufrir
un animal.
Cuantas veces en estos pagos, he roto
tantas gomeras de cunumies mal educados
Que mataban palomas y pajaritos, y
recuerdo allá por el año 1992
Que me trence con unos pescadores que
querían matar a una pobre nutria
Si yo contaría cuantos perros, gatos,
palomas, pajaritos
Que estando lastimado he llevado a mi
casa.
Hasta una vez con mi padre. Viviendo en
la falda Córdoba
Tuvimos un tiempo hasta que sano…una
lagartija de casi medio metro de largo.
Y yo creo que estos sentimientos todos
los tenemos
Y los últimos años ha habido más gente
Que se encarga del cuidado de ciertos
animales
Siempre se hablo de perros, gatos,
animales salvajes, pájaros y demás.
Ahora hablaremos de un animal a lo cual
Para muchos ya entro en el olvido…
Y yo creo que estas palabras… abarcan a
toda la raza humana
Por que también los animales… merecen nuestro
respeto…
Y hoy en día hay un animal a lo cual ya
nadie le presta atención
Y a pesar que es mas noble que un perro…
y que desde tiempo
Monbuiri… fue tan necesario… en la
actualidad esta discriminado
Y estoy hablando del caballo… desde
tiempos remotos acompaño al gaucho
En todas sus jornadas… fue nuestra mejor
ayuda… para defender a la patria
Y en esos tiempos de lucha moría junto al
granadero en las crudas batallas
Derramando su sangre por la libertad
argentina…
Fue peón de tareas rurales… tirando carretas…
arando la tierra
Llevando camillas con enfermos de un
pueblo a otro
Hasta se dio el honor de portar por
primera vez… nuestra azul y blanca a
Un granadero… en síntesis… ha hecho la
patria en silencio
Dando hasta la última gota de sangre
Pero hoy todo cambio… como los jubilados
y los maestros… están marginados y
Olvidados… fueron usados…y ya a nadie le
importa el destino que llevan
Y acá en la ciudad… el municipio les
permite a los mal llamado botelleros
Que maltraten a los caballos
Si Ñande Yara en su palabra nos dice:
ganaras el pan con el sudor de tu frente
Pero es el noble caballo… el que le lleva
el pan con el sudor ingrato
Sintiéndose mas pobre…que los pobres que
lo maltratan
mirando siempre adelante… con los ruidos
de los autos
Casi rozando sus cuerpos en las calles
cordobesas
Y en verano… con soles ardientes… tomando
el aguan del pavimento…
Que todos sabemos lo sucias que están
Y así para las horas por las calles
asfaltadas
Sintiendo bajo sus patas… un suelo a lo
cual no esta preparado para andar
Ansiando que llegue el final de la
jornada… para poder buscar... un poco de
Aliento… que casi siempre se halla entre
los basurales
Y cuando llega la noche… con ella llega
el roció… las fuertes heladas
Mientras que su ingrato amo… duerme bajo
el techo
El con suerte si tiene un árbol… se podrá
cobijar
Y como final… brindo con mis palabras
Un homenaje al caballo
Pensando en ese martirio que sufre desde
hace tiempo
Pensando que quizás el… entre todos los
animales
Le ha tocado un poquito del martirio de
Ñande Jesús en la cruz
Que siendo bueno, fue maltratado… y hasta
en sus patas es clavado
Con una cruz imaginaria en forma de
herradura
Sin contar la quemadura que le ponen en
la carne
Una marca que le anuncia… que perdió su
libertad…
Escrito por Edgardo Von Häefele
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