05 diciembre 2014

Leyenda Yasi Yateré





Mbareté era un joven y bravo jefe guaraní, respetado y conocido por su valentía, prudencia y generosidad, sabiduría, pero no obstante estas cualidades-cuenta una vieja leyenda guaraní-Mbareté vivía permanentemente con una tristeza indefinible, que se agudizaba en sus miradas lánguidas, como pérdida en el infinito paisaje de sus dominios.
Todo cuanto se hacía para sustraerlo de su melancolía fue inútil… Cierta vez mientras Mbareté descansaba al pie de un viejo Tayi, a orillas de un arroyo cuyas aguas reflejaban las violáceas flores dándole un encanto especial al paisaje escuchó por vez primera un canto desconocido hasta entonces por él, curioso levantó la cabeza para indagar, recorrió con su mirada penetrante todo el horizonte y, descubrió, en la opuesta orilla una joven que le sonreía, llamándole con ademanes subyugantes, ante la visión que se recortaba con raro encantamiento, Mbareté ágil y flexible, se incorporó con la rapidez de un felino y sintió en su interior una extraña fuerza que lo arrastraba tras la imagen que en llamamiento del amor, sonreía, y sin reflexionar en el peligro del traidor remanso, cruzó el arroyo, buscó ansioso a la joven, pero ella se había alejado y se mostraba más seductora entre las ramas de un tacuaral, allí se dirigió el joven y valiente guerrero sin poder darle alcance y nuevamente se volvió a mostrar más lejana la visión siempre inalcanzable para Mbareté.
Desde ese instante, para el bravo jefe guaraní fue una obsesión dar con la bella mujer y siguió tras la graciosa, ágil y huidiza aparición, a través de montes, ríos y lagunas y esteros, hasta que al fin Mbareté cayó exhausto, y en el postrer instante de su vida, escuchó el canto de un ave que repetía:
¡Yasi-Yateré!…¡Yasi-Yateré!
Según la tradición guaraní, Yasi Yateré es hijo de Yasi y Kaá y por eso tiene el encanto misterioso de los bosques y la dulce atracción de la luna y vive en la isla Yasiretá.
La leyenda del Yasi-Yaretá es muy común en la provincia de Corrientes y se refiere a un pájaro cuya forma se desconoce, pero al que acompaña un enano cubierto por un amplio sombrero de paja y que emite silbidos prolongados, el enano lleva un bastón de oro, tiene sus cabellos muy rubios y se dedica a raptar a niños y niñas a las que viola y en quien engendra sujetos de muy malos instintos, por eso se dice en el noreste argentino que cuando un niño tiene malas inclinaciones es porque ha sido un engendro de yasiga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario